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Cuando llega el mes de julio, los vecinos de Ribera de Arriba empiezan a preguntar: «¿Cuándo vienen las personas de la Unidad Terapéutica de Villabona?». Y es que desde hace cinco años, grupos de presos desbrozan los caminos y recogen la basura en las cunetas del concejo. El XVII Campo de Trabajo 'Cuidando el entorno, construyendo el futuro', organizado por la Fundación Adsis, se desarrolla esta semana y ya se ven resultados.

Diecinueve reclusos trabajan a destajo por las mañanas. Uno de ellos es Antonio Luque, que lleva interno en Villabona tres años. Según destacó, esta experiencia «me hace sentir útil y socializar», ya que durante las jornadas de trabajo conoce a otras personas con las que no ha tenido contacto dentro de la cárcel. Además, aplaudió que los trabajos se extienden «por las zonas donde no llega el Ayuntamiento». Durante la mañana de ayer, Luque estaba en el grupo capitaneado por el voluntario Juanjo Abad. Para él, estos talleres permiten «visibilizar y conocer la realidad que la gente no sabe». Asimismo, reivindicó que «los ciudadanos no se imaginan que el perfil de delincuente no tiene nada que ver con las personas que hay aquí».

Unos metros más abajo, Fran M. cargaba con un carretilla llena de hojas y ramas. Este campo de trabajo «es la continuación al trabajo de la UTE» que desarrollan en Villabona, dijo. Sin embargo, estos talleres hacen que «no te sientas como un bicho raro» y te «permiten reflexionar sobre la vida». Antes de comer, los participantes se dan una ducha y por la tarde reciben talleres sobre dinámicas educativas hasta las 19. 15 horas, cuando regresan a la cárcel para pasar la noche. Tras esta semana, la oenegé Adsis, que promueve proyectos destinados a la integración social de colectivos desfavorecidos, comenzará a pensar en el siguiente campo de trabajo.