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"Los problemas y malestares que tienen muchas mujeres hay que tratarlos, no aliviarlos con pastillas. Un fármaco ayuda en un momento concreto, y puede ser necesario, pero se debe insistir en la necesidad de que se acompañe luego ese tratamiento con otro tipo de intervención que vaya al fondo del problema porque si no lo que está ocurriendo, y ya se ve en muchos estudios, es que se cronifica el malestar y el consumo de psicofármacos". Gemma Pérez Guadilla, psicóloga especialista en clínica, que trabaja en la Fundación Adsis Asturias -dedicada a la integración social de personas con problemas de consumo de sustancias- arrojó el jueves luz sobre un problema muy actual que acucia a muchas mujeres en edades maduras. Y que además, empieza a tener réplicas a edades más tempranas. 

Pérez Guadilla, que fue presentado en el acto por Cristina García, coordinadora del voluntariado de Adsis, participó con estas reflexiones sobre "Mujeres, malestar y uso de psicofármacos: por una respuesta integradora" en la cita de debate del Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. Para la psicóloga, una situación que se reproduce en demasiadas ocasiones es la de "mujeres que acuden al médico con malestares de origen muy diverso, a veces por un suceso problemático, por un tema emocional, un tema laboral... por mil motivos. Pero eso que empieza por algo concreto y puntual en el tiempo deriva en un consumo de fármacos y se perpetúa, porque no llega a abordarse el fondo de ese malestar". Es así como se "enmascaran los problemas y las soluciones". Para la especialista se hace muy necesaria una llamada de atención sobre el problema y que se empiecen a "proponer otro tipo de intervenciones, más psicosociales", con lo que se evitarían los riesgos de las medicaciones mal pautadas, que pueden crear dependencia y que no curan.