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El Aramo, una celda sin barrotes
El Aramo, una celda sin barrotes
09/07/2010 - 00:00

Nada de celdas ni barrotes. A un lado el monte Monsacro y un poco más lejos, casi oculta entre la niebla, toda la sierra del Aramo. Un paisaje idílico en plena naturaleza. Los 18 reclusos de la penitenciaría de Villabona que desde el pasado lunes participan en un campo de trabajo en Morcín hicieron ayer un alto en sus tareas para atender a este diario. Todos ellos se mostraron entusiasmados y explicaron que esta iniciativa les permite mirar al futuro con algo más de optimismo. Están pagando su deuda con la sociedad, pero quieren una segunda oportunidad. «Sentirte libre es la mejor sensación que uno puede tener». Así de emocionados y expresivos se mostraron al valorar la experiencia, sin dejar de agradecer a «todos los que hacen posible esta iniciativa inolvidable». 

El Ayuntamiento de Morcín, junto con la fundación Adsis, organiza este campo de trabajo que consiste en la limpieza y recuperación medioambiental del concejo. El trabajo se centra en la limpieza del futuro «Anillo ciclista» de la Montaña Central. La iniciativa está destinada a «personas privadas de libertad con problemas de drogodependencia de la unidad terapéutica del centro penitenciario de Villabona». 

Estos dieciocho reclusos salen de prisión todos los días a las 8 de la mañana para reunirse en Morcín y abordar las actividades del día. Para desarrollarlo se dividen en grupos repartidos por los distintas localidades del concejo. Tras finalizar la jornada vuelven de nuevo a prisión a pasar la noche. 

Durante toda la semana están trabajando junto con los voluntarios de Adsis. «Los chavales son increíbles, me lo paso bien con ellos», afirma Diana Fernández, una de las voluntarias. Javier Illarramandi, coordinador del programa, destacó que «los reclusos seleccionados han demostrado su buena evolución y un mayor interés de integración durante el año». 

Bajo el lema «Momentos de libertad», la iniciativa busca ofrecer a los reclusos de segundo grado una experiencia motivadora de cara al futuro. Antonio Jiménez, que participa por primera vez en este proyecto, asegura que «esta oportunidad es única para nosotros». Antonio lleva más de tres años en prisión y comenta que «me ha servido para sentirme útil y valorado». Su compañero Daniel Domínguez comparte su entusiasmo: «Nuestro principal objetivo es reflexionar y saber convivir el día que salgamos» 

Este proyecto de trabajo terminará el próximo lunes, con un acto de confraternización en el área recreativa de Santa Eulalia.

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