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Nos alegra preparar la sexta edición del Taller Respira. La mayor novedad es que se llevará a cabo en nuestras instalaciones.

Si te animas…

A lo largo de siete semanas compartiremos seis sesiones grupales que te ofrecerán diferentes recursos para sentirte mejor, ser más consciente, relajarte,… y mucho más.

o   empezamos el día 24 de octubre

o   los jueves de 11.30 a 13.30h

o   en Dindurra 17, bajo

o   hasta el 5 de diciembre

o   inscripciones con Toñi, 985 19 57 73 y 606 18 45 51

Te dejamos la experiencia de Alberto, uno de los participantes del último taller.

¡Hasta pronto!

“…Mi experiencia en dicho taller me hizo, sesión a sesión, empezar tras la práctica a encontrarme mejor conmigo mismo, sentirme en paz e incluso llegar más allá, pensando con tranquilidad cada movimiento que en mi vida hacía a diario.

De todo esto realmente no me daba ni cuenta, ya que todo iba pasando mientras iba a las sesiones.

El problema empezó cuando terminó dicho taller y dejé de practicar lo aprendido, que aunque lo hacía pocas veces en la semana, me ayudaba, aunque seguía sin entender por qué.

Empecé a entrar en un bucle de situaciones negativas, nerviosismo y descontrol, haciéndome pensar que no estaba a la altura de las expectativas que me marcaba. Se me juntaron unos cambios, los cuales tampoco era capaz de controlar. Incluso hice un viaje a ver a mi familia, creyendo que  ello me haría apaciguar esos nervios que tenía, pero sin tener éxito.

Ante todo este embrollo me vino a la mente aquellos momentos del taller, de cómo era capaz de tomar las riendas, de controlar mis impulsos, de encontrar mi equilibrio.

En uno de los días del taller, Toñi nos dio la pista de ante momentos adversos pensar en algo que nos produjera bienestar (un paisaje, un familiar,…). Precisamente ese lugar en el que yo pienso, lo tenía cerca, con lo que partí hacia él. Allí en mi soledad, concentrado, mirando al mar, empecé a respirar, cerré los ojos, empecé a sentirme mejor. Me olvidé de lo que tenía alrededor y me centré en mí, que estaba vivo, que estaba “ahogado” y necesitaba relajar.

Después de haberlo hecho, parecía que todo había dado un vuelco. Las preocupaciones se convirtieron en alternativas de soluciones, empecé  a ser consciente de lo que me pasaba y que no fui capaz de pararme a pensar que hay salida. Empecé a saborear lo que te ofrece la vida.

Hoy día me siguen pasando situaciones que también agobian, deprimen,…pero aunque no sea a diario, sí que practico la respiración y ello me hace ser consciente de lo que pasa por delante de mí, y yo elijo de qué manera lo solvento.

Quiero dar gracias a haber aprendido a hacer esto, ya que ha sido una manera de encontrar equilibrio en mi vida y darme cuenta de lo que pasa a mi alrededor.

Si hubiera otro taller me apuntaría y se lo recomiendo a todo el mundo por el beneficio que supone.”